miércoles, 8 de abril de 2015

Plataforma por la Alternativa en Andalucía. Una necesidad de salud democrática



Nadie cuestiona la validez de “un hombre un voto” y el reconocimiento de la expresión mayoritaria de su voluntad a través de la emisión del voto de modo libre, personal y secreto.

Más la democracia, para merecer tal nombre, no puede quedarse en el acto formal de cada cuatro años emitir un voto. Eso lo hacen hasta las dictaduras si bien ahí falta la libertad.

Pero de igual modo un poder en origen democrático puede ejercerse hasta convertirse, o pretenderlo, en un Régimen. Esto ocurre cuando los representantes de una opción política ocupan la totalidad de los controles democráticos y los ejercen con el fin de perpetuarse más allá del bien común y el servicio público al que deberían legítimamente aspirar.

Eso y no otra cosa ha sucedido en Andalucía los últimos 33 años con el PSOE que ininterrumpidamente ha ejercido el poder ejecutivo, legislativo y a ocupado cuanto sitio ha podido de la sociedad civil haciéndose omnipresente y omnipotente y asfixiando desde su origen cualquier alternativa posible. 

Recientemente dos  brillantes artículos  periodísticos de  personas de orígenes tan distintos como Alfonso Lazo, exdiputado  del PSOE, y Luís Marín Sicilia, exdiputado de UCD  y exvicepresidente del Parlamento andaluz en 1982, ponen en alerta a los andaluces  sobre la necesidad de la alternancia en Andalucía y de cómo los partidos PP, Podemos, Ciudadanos e IU tienen el reto  de, desde la oposición mayoritaria en el Parlamento de Andalucía,  articular las esenciales medidas de regeneración y reequilibrio de poderes que hagan posible en el futuro inmediato la alternativa política en Andalucía.

Y en ello no pueden estar solos sino que han de verse arropados por la sociedad civil andaluza, por las instituciones e individuos que la componen pues si no fuera así sería un movimiento promovido por elites intelectuales sin sustento social y por ello estaría condenado de antemano al fracaso.

Estas medidas de regeneración se constituyen en un “mínimo ético” sobre el que todos los partidos se han pronunciado en uno u otro momento como favorables al mismo y llegado este momento en que se les abre la oportunidad de ponerlo en práctica hay que exigirles el acuerdo necesario para llevar a cabo medidas tales como:

1.- Eliminar el aforamiento de los miembros del parlamento andaluz.

2.-Rebajar y flexibilizar las condiciones para poner en marcha las comisiones parlamentarias de investigación reduciendo el quórum para solicitarlas e incorporando criterios objetivos de independencia, neutralidad y transparencia en su composición.

3.- Actualizar la elección parlamentaria del Presidente de la Junta al artículo 138 del  Estatuto de Autonomía. Para ello hay que reformar el  artículo 138 del Reglamento del Parlamento. El Estatuto, que es norma de rango superior, si a los dos meses no hay candidato a la Presidencia de la Junta que obtenga mayoría simple, se disuelve el Parlamento y se convocan nuevas elecciones. Sin embargo, el Reglamento vigente establece, en tal hipótesis, que será proclamado el candidato del partido que tenga más escaños. La reforma del Reglamento es por ello esencial porque un presidente elegido de tal forma estaría supeditado al recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional interpuesto por cualquier diputado de la oposición como cuestión de inconstitucionalidad por acto legislativo que lesiona sus derechos políticos.
4.- Elección por 3/5 del Parlamento de la Dirección de Canal Sur Radio y Televisión hasta el nivel de Jefe de Programación e Informativos
5.- Elección por 3/5 los órganos de gobierno de la Cámara de Cuentas, dotando a esta de  mayores competencias y atribuciones de control real y así con la mayoría de órganos al servicio del Parlamento, la Justicia, la Universidad y la economía que sin embargo se han constituido desde hace demasiado tiempo en correas de transmisión del PSOE en Andalucía y apuntaladores de su permanencia en el poder.
Si después de ello y tras un tiempo razonable, que puede ser una legislatura, los andaluces siguen votando PSOE su triunfo estaría avalado por todas las garantías democráticas, no como hasta ahora cuando aún resuenan las palabras y escritos de Directoras Generales de la Junta coaccionando o agradeciendo el “esfuerzo” de los trabajadores de esta administración  para revalidar el triunfo electoral del PSOE en Andalucía.





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