lunes, 15 de septiembre de 2014

Otra reforma necesaria y que no cuesta dinero, reafirmar la seguridad de los medios de pago. El papel del banco de España y el sistema financiero.


La economía de libre mercado se fundamenta entre otras cosas en la confianza. Confianza en el cumplimiento de lo suscrito en un contrato y confianza en que de no cumplirse la ley y las instituciones nos ampararan.

Eso es lo que debiera ocurrir, y sin embargo en demasiadas ocasiones no ocurre,  con los medios de pago, cheques, letras y pagarés.

En el siglo XIX y primeros años del XX, el comerciante le pedía al Notario que iba a comprar en su establecimiento que no aparcara su carruaje, que en aquellos tiempos todos conocían, delante de su establecimiento no fuera a ser que sus clientes y vecinos creyeran que iba a “protestar” una letra y eso afectaría a su crédito personal y profesional.

Ese sano temor al descredito lamentablemente ha desaparecido y de un tiempo a esta parte  abundan los “profesionales” del sablazo y las insolvencias provocadas que, aprovechándose de la lentitud de nuestros tribunales, dan cheques sin fondos, pagarés que no se atienden a su vencimiento y usan, y abusan, de las “letras de peloteo”.

Esto ha llevado a una paralización de las transacciones. Que las que se realicen se exijan al contado o con tales garantías que o las hacen imposibles o encarecen hasta el infinito  la financiación comiéndose los márgenes de beneficio, no otra cosa es la “prima de riesgo”.

Pues bien esta mala práctica no es lo común en los países europeos en los que debemos mirarnos y así lo indicaba el ABC del Domingo 7 de Septiembre en una entrevista a Paco del Junco, fundador de la empresa Betcat, dedicada al interiorismo y decoración de establecimientos comerciales que cosecha éxitos internacionales con clientes como Swarovski, Camper, Mango, Burberry o Primark en Londres, Paris, Ámsterdam o Milán.  

No podía ser más claro y rotundo  “En Francia te devuelven un cheque y no vuelves a trabajar con ningún banco, igual que aquí…”

Pues bien una cosa tan sencilla como esta no tiene más complicación para aplicarse que una Circular del banco de España y su asunción inmediata por todo el sistema bancario, impidiendo tener cuenta corriente, línea de crédito y tarjetas a aquel, sociedad, administradores de esa sociedad o persona física, que emitiendo un cheque, letra de cambio o pagaré no atendiera a su pago.

Verían ustedes como se acababa en un momento con tales prácticas pues al día de hoy nadie, sociedad o persona física, podemos prescindir en nuestra vida diaria de trabajar con un banco para la domiciliación de la nomina, recibos, trasferencias o disponer de nuestro dinero en un cajero.

Me dirán “que saquen una ley”, no hace falta. Estos medios de pago ya están bien regulados en el Código Mercantil y, su mal uso, en el Penal pero como queda dicho la falta de agilidad y contundencia de los tribunales hace de tales instrumentos papel mojado. Copiemos y copiemos bien lo que hacen en otros países y funciona y habremos puesto un escalón más para salir de esta crisis.

 

 

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