jueves, 8 de mayo de 2014

La banalización de los medios de comunicación, la diferencia entre lo importante y lo irrelevante. Una sociedad de ideas frente a una sociedad del tuits

Viene esto a cuento de una noticia que mereció la atención durante 5 minutos del Telediario de la 1 en su ediciones del mediodía además del de la noche y mi sospecha de que la siguiente noticia no será ni siquiera mencionada en el mismo o parecido medio http://www.larazon.es/detalle_normal/noticias/6299184/sociedad+ciencia/dos-alumnos-de-la-universidad-de-valencia-ganan-el-concurso-mundial-de-la-nasa

Pues bien la noticia que recogía el TVE en sus telediarios se refería a la actuación de la cantante Miley Cyrus (hasta anteayer Hannah Montana) en Londres. Esta cantante ha pasado de ser un almibarado producto infantil/juvenil de la factoría Disney a un “proto-idolo” musical más maduro que  ha basado su relanzamiento en una adecuada mezcla de provocación, mal gusto y marketing que se resume según sus propias palabras en que  “eres más famosa cuanto más enseñas las tetas”.

Frente a ello, en la edición digital (supongo que también en la de papel) del periódico La Razón se recoge el que  dos alumnos de la Universidad de Valencia ganan el concurso mundial de la NASA, el International Space Apps Challenge 2014, concurso de aplicaciones para el espacio, en la categoría de votación popular. Como antes comentaba, y lamentablemente, no creo que merezca ni una breve reseña en la TVE ni en medio audiovisual  español alguno.

¿Y esto porque? Sin duda responde a un embrutecimiento de los sentidos, un general despego del conocimiento, razonamiento o estudio y la preferencia cuasi universal  por la evasión. Y esto en un momento donde la promoción del emprendimiento, la necesidad del I+D-i (Investigación + Desarrollo + innovación) es más necesaria que nunca y la motivación a nuestros estudiantes, Universidades y empresas es apremiante.

Además de ello supone un despilfarro de los recursos públicos, un “regalo” innecesario a una artista que no lo necesita ni aportara un mal euro a la Hacienda española, valga pensar lo que suponen esos 10 minutos en el “prime time” de TVE en publicidad, lo que cuesta y pagan, unos 90.000 euros, compañías como Codorniu, Coca Cola u otras por anuncios en televisión que escasamente duran 20 segundos en fin de año. Es como dar de comer perlas a un cochino.

En estos tiempos en que cualquier despilfarro del dinero público, aún en su vertiente de dejar de ingresar, es motivo de escándalo ¿nadie repara en ello en un medio de comunicación público?. Pienso que mejor empleado hubiera estado este tiempo, esta publicidad gratuita, para algo relevante, para poner de relieve el éxito de dos estudiantes universitarios españoles, de la Universidad de la que forman parte, la Universidad Pública Valenciana, que para aumentar los ingresos por venta de discos o entradas a los conciertos de esta o cualesquiera otra artista de la que poco o nada quedara de aquí a pasados unos años.

Es por ello que urge la necesidad desde todos los medios públicos y privados de fomentar una cultura que supere el mero titular y se vaya al fondo de la noticia, se fomente el análisis de fondo y se contrasten opiniones y hechos.Si no, y como advierte el exministro de Cultura Cesar Antonio Molina, tan mencionado estos días, la ignorancia nos llevara a la miseria, pues las obras fundamentales como el Quijote, la riqueza de las naciones o el Capital no caben en un tuit.

1 comentario:

José Miguel dijo...

En la sociedad de la Grecia clásica se distinguía entre ocio y negocio. Negocio era el tiempo que los artesanos dedicaban al trabajo y ocio el tiempo que los filósofos empleaban en la búsqueda de la verdad. A raíz de la Revolución Industrial los trabajadores disponen de tiempo libre, pero lo no dedica a la búsqueda de la verdad. La perversión máxima del ocio la vivimos en nuestra sociedad contemporánea y tu entrada es un paradigma.